Si hay algo que tenemos que hacer para crecer es salir y movernos, y no solo en el ámbito personal, sino también en el profesional. Es por eso por lo que hoy estamos aquí hoy, para mirar mucho más allá y que nuestra empresa, así como la economía de nuestro país, crezca. ¿Sabes cómo? Efectivamente, saliendo al exterior para internacionalizar la empresa. Y es que con el paso del tiempo vamos viendo como las pequeñas, grandes y medianas empresas ponen rumbo fuera de las fronteras, y aunque con algo de incertidumbre al principio, ya se está consiguiendo perder el miedo a ello. Porque al final, es una apuesta segura de triunfo.
Las pymes, las principales interesadas en la internacionalización
Esto sucede ya que las grandes empresas más reconocidas no tienen ningún problema de crecimiento ni de economía, ni en el interior del país ni en el exterior.
Aunque la internacionalización requiera de mucha planificación, de nuevas tecnologías, de estrategias y de formación, al final es sinónimo de oportunidad de negocio y de crecimiento de este. A día de hoy, un 33% del volumen de negocio de muchas empresas provienen de otros países.
¿Por qué es una gran ventaja?
Hay numerosos factores que provocan que la internacionalización sea en conjunto una gran ventaja. Esta evita que las pequeñas empresas desaparezcan y sean “comidas” por las más grandes.
Saliendo al exterior las pymes se convierten en un periodo de tiempo en mucho más grandes que las que no se internacionalizan, así como también aumentan su competitividad y el crecimiento de empleo.
Otro de los factores es que se crea un valor añadido si se aplican nuevos recursos y capacidades en el país destino, como materias primas, capital humano y tecnología. Con todo ello, se afianza la marca, se reducen los costes y aumenta el volumen de producción, entre muchas otras cosas.
Pero recuerda, previamente se ha de analizar si el producto o servicio encaja en el país al que se desea llevar y si se poseen las infraestructuras adecuadas en él.
Exportación en tiempos de crisis
En España con los años de crisis que se sufrieron a partir de 2008, fue la internacionalización la salvadora de muchas empresas, ya que las mantuvo con un número elevado de ventas gracias al exterior, que buscaban compensar el descenso de las ventas que se producían en España. Mientras tanto, muchas otras tuvieron que cerrar y lo lamentaron por no haberse desarrollado fuera de las fronteras españolas.
La internacionalización no es algo puntual ni esporádico
Por lo que requiere mucho tiempo, y con ello unos resultados a largo plazo, teniendo constancia y continuidad para alcanzar el mayor éxito posible con el paso del tiempo.
En España contamos con entidades
Son numerosas las que nos ayudan a impulsar nuestra empresa hacia la internacionalización de manera sencilla y segura, como la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) o el Instituto de Crédito Oficial (ICO) entre muchas otras. ¡Para que pierdas el miedo!
Fíjate en las empresas chinas
Estas fueron primeras en salir a los mercados internacionales, estando muchas de ellas obligadas a ello, para así asegurarse el suministro de materias primas como el petróleo, el gas, los minerales y alimentos si estos no se producen en el país.
Así que si, la internacionalización de empresas son todo ventajas para crecer en el exterior, lo importante es perder el miedo y lanzarse, porque con el tiempo, los resultados merecen la pena.
Artículo: Rocío Lázaro
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