En ocasiones hay novias que dejan huella, que son arriesgadas y no tienen miedo a salirse de lo establecido, y así es como fue Claudia, nuestra novia que celebró su boda en el Monte de Cutamilla.
Sin dejar ni un momento de ser fiel a su estilo mediante los pequeños detalles como los zapatos, el peinado, el maquillaje y hasta el vestido, que fueron los responsables de crear una novia especial y única de pies a cabeza.
Si hay una firma de vestidos de novia con un patronaje bien estudiado, unas líneas depuradas y con detalles cuidados al máximo, esa es Impúribus, cuyos vestidos destacan por su elegancia, glamour y delicadeza en cualquiera de sus diseños y estilos.
“La novia que siempre has querido ser, con el vestido que siempre has querido llevar” es el lema que define a la perfección la filosofía de Impúribus, con sus vestidos elaborados siempre a medida y realizando varias pruebas hasta dar con el más acorde a su nueva dueña.
Claudia optó por un traje de la colección cápsula de novia “SUTIL”, de una delicadeza intachable en cada una de sus costuras tradicionales, se basa en unos tejidos ágiles y sutiles con ligeras transparencias.
Las mangas de este diseño son anchas y de corte 3/4, el escote es de cuello redondo mientras que la espalda descubierta, tuvo escote en pico rematado con un lazo central en su parte trasera y una leve cola.
Una serie de características cuya sencillez favorecieron a la perfección su figura convirtiéndola así en una novia de lo más vintage. ¡Ideal para caminar entre árboles!
El amarillo, el color de la sofisticación, Claudia lo traslada a su calzado, dándole mucha vida al look con un toque de este color tan atrevido y llamativo.
Con estos zapatos de tacón amarillos, que supo combinar a la perfección con su diseño para marcar tendencia en esta temporada, consiguió una combinación de lo más fresca y natural ¡y que luego puede aprovechar para más ocasiones!
Cristina, la responsable de la obra de arte del maquillaje y del peinado, hidrató y cuidó su piel previamente, preparándola así para el gran día y maquillándola posteriormente con una luz natural para dar como resultado este maquillaje nada artificial que resaltaba su belleza natural.
El rosa fue el color protagonista en su rostro, con un tono de base rosáceo, un colorete también en rosa y unos labios en el mismo color más oscuro. En cuanto a los ojos predominó una ligera sombra y una máscara de pestañas muy sutil junto con unas cejas muy naturales que profundizaron su mirada.
Cristina acabó fijando su maquillaje para prolongar su duración y dejar su tez aún más impecable. Una profesional que pudo encontrar un estilo que encajó a la perfección con la novia.
Respecto al peinado, lo conformó una coleta baja. Todo el cabello estuvo peinado mediante unas ligeras ondas y el coletero quedó oculto con su propio pelo. ¡Diferente y cómodo!
Todo el look lo complementó con un ramo de rosas, de Flores Olivieri, muy sencillo, compuesto por rosas blancas, margaritas y lisanthus acompañadas de hojas verdes y ramas, aportando con él otro toque vintage a la ceremonia.
Una novia perfecta que contó en todo momento con Wedding planner Natalia Ortiz, que la acompañó, aconsejó y facilitó todo, en el antes, el durante, y el después de su gran día.
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The wedding team
Venue: Monte de Cutamilla // Planning: Weddings and Events by Natalia Ortiz // Photography: Tanya Vasiliuk // Flowers: Flores Olivieri // MUAH: @ccoroas // Bride dress: Impuribus //
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Déjame encontrar el lugar perfecto para ti!
