Localización
Oviedo se encuentra rodeada de mar y de montaña, entre la alta Cordillera Cantábrica y Costa Verde, es una ciudad maravillosa situada en el centro de Asturias.
Sus calles empedradas, sus impresionantes edificios nobiliarios, sus iglesias milenarias, que forman parte de su casco antiguo dejan encandilados a los viajeros que aman el arte y la arquitectura. Además, cuenta con un gran número de restaurantes y sidrerías que no dejarán a nadie indiferente.
Las opciones para divertirse son varias; museos, exposiciones, construcciones de interés, vida nocturna excitante… No cabe duda que Oviedo no dejará de sorprenderte.
Catedral gótica de San Salvador
La plaza de Alonso II el Casto sería un buen sitio para empezar la aventura por la ciudad, una llanura que se encuentra a la sombra de un campanario de 80 metros de la catedral gótica de San Salvador, una obra de arte para muchos.
Primeramente se ha de contemplar la fachada del templo desde la plaza y a continuación adentrarse en la iglesia, mandada a construir por el mismísimo Alfonso II junto a un gran complejo cardenalicio.
La Cámara Santa es lo único que queda de todo aquel complejo y es el núcleo de la catedral, donde se encuentran las joyas sagradas. Hablamos de una capilla pequeña defendida por una verja donde se hallan la Cruz de la Victoria, la de Los Ángeles y el Arca Santa desde hace más de mil años.
Más joyas características
Probablemente, a estas alturas ya te habrá llamado la atención esta ciudad por tanta maravilla artística y arquitectónica, pero esto no es todo lo que Alfonso II y sucesores mandaron construir.
La iglesia de San Julián de los Prados, ubicada cerca del casco antiguo, es un templo con planta basilical del s.XI, con paredes decoradas con motivos florales y geométricos.
A unos kilómetros del centro también tenemos el palacio-iglesia de Santa Maria del Naranco, adornado con dos balcones panorámicos, estaba destinado a ser una residencia en el año 842 pero su capilla se derrumbó en el s.XII y ahora junto a la iglesia de San Miguel de Lillo forman un asombroso grupo monumental declarados Patrimonio Mundial por la Unesco.
Una vez se haya visitado lo anterior, es recomendable descansar y disfrutar de un excelente picnic a la sombra de los árboles que rodean los edificios.
Museos en palacios
Si quieres descubrir más sobre la historia de esta ciudad, te aconsejamos que planifiques un itinerario con museos y más sitios que puedan interesarte.
Por ejemplo, podrías comenzar por el Museo de Bellas Artes de Asturias, a poca distancia de la catedral, formado por tres edificios. Este museo contiene tablas, lienzos, y esculturas desde la Edad Media hasta autores como el Greco, Murillo, Goya, Picasso, Dalí y Miró.
Luego podrías continuar por el Museo Arqueológico de Asturias, en el ex convento de San Vicente, que contiene hallazgos paleolíticos, romanos y medievales.
Relájate y toma aire fresco
Ha llegado el momento de tomar un ‘break’ y, como hemos mencionado antes, Oviedo dispone de numerosos restaurantes y sidrerías que seguro te van a encantar en sus calles más conocidas.
Muchos los podrás encontrar en la calle de Gascona, también llamada “Bulevar de la Sidra”, o en el mercado del Fontán o en la plaza Trascorrales, lugar donde podrás hacer muchas fotografías por sus más de cien estatuas que decoran el espacio y que simulan un museo al aire libre, además podrás disfrutar de sus cachopos, fabadas y pixín, más conocido como rape, entre otros manjares.
Aún hay más, si te encanta la escultura y la mitología, no puedes perderte la de la Regenta, personaje de la novela de Clarín de Woody Allen ambientada en Oviedo, la escultura de la Maternidad de Fernando Botero en la plaza de la Escandalera y la de Culis Monumentalibus entre las calles Pelayo, Uría y Palacio Valdés.
Oviedo, destino familiar
Si bien es cierto que, en los últimos años, Oviedo ha sido un lugar bastante solicitado por las familias, sobre todo con hijos. Esto se debe a que es una de las más pulcras del país, dispone de muchas actividades para todos los públicos y de zonas verdes y de recreo para los niños.
Si viaja con los más pequeños del hogar no pueden perderse la estatua de Mafalda, el mítico personaje de Quino, sentada en un banco mirando un lago con patos y peces en el Campo de San Francisco. Suele haber cola para fotografiarse con la estatua pero mientras tanto sus hijos podrán jugar con total seguridad entre los jardines y quioscos.
Por último, podrían acercarse a una exposición que seguramente les encantará a los más pequeños, el Museo de Geología, que cuenta con miles de tipos de minerales, fósiles y meteoritos, a 10 minutos del casco histórico.