Para una boda redonda: Cantabria. Y es que los espacios de bodas en Cantabria no son otra cosa que únicos, distinguidos, lujosos y señoriales. Hoteles, palacios, casonas, restaurantes… Cantabria ofrece un gran abanico de posibilidades para que encuentres el que mejor se adapta a tu boda soñada.
¡Y no solo eso! Porque a estos espacios tan mágicos, le acompañan una gastronomía de renombre, arte prehistórico, playas de cuento, ciudades históricas, pueblos medievales, marismas… ¡lo mejor del mar y la montaña está en el norte de España!
Así que, si todo esto y más es lo que buscas para tu boda, quédate en este artículo, porque te descubrimos un montón de ventajas para casarte en Cantabria, ¡tiene todas las papeletas para ser el lugar elegido!
Las mejores playas del país, están en Cantabria
Bahías, playas de arena blanca, calas escondidas, acantilados… un sinfín de oportunidades para los amantes del mar, de la brisa y de las olas.
Como El Sardinero, una de las playas más conocidas de la ciudad. Un lugar en el que se encuentra tanto naturaleza como historia, ya que se ubica entre increíbles restos arquitectónicos de pleno siglo xx, además ofrece un mirador con unas vistas de ensueño y un paseo marítimo de lo más romántico por el que pasear
La playa de Somo es otro de esos lugares de los que no puedes prescindir, y es que entre arenas doradas y finas se puede disfrutar de unas vistas increíbles a Santander y a la Península de la Magdalena.
Por otra parte, la playa de Oyambre son 2 km de gloriosa costa entre Comillas, San Vicente de la Barquera y en medio del Parque Natural Oyambre, siendo una de las playas mejor conservadas de la zona, ya que se encuentra aislada y repleta de colinas verdes y una cadena de dunas.
En una pintoresca cala rocosa también podemos encontrar la playa de Sonabia, donde se eleva una increíble pared rocosa de piedra caliza de hasta 470 metros de altura. ¿Sabes que esta playa es desconocida por muchas personas?
Y, por supuesto, las playas de Langre, unas de las más bonitas de Cantabria y delimitadas por una amplia pared de acantilado sobre kilómetros de prados y tierras de cultivo.
¡Casarse cerca de las aguas del norte es todo un privilegio!
El especial encanto de las ciudades y los pueblos
Y es que Cantabria, ya sea en la costa o en el interior, tiene unos rincones preciosos, ¡y te queremos presentar a algunos de ellos para que te enamores aún más!
Empezando por Santander, la capital de Cantabria, ya nos encontramos con una de las bahías más mágicas de todo el mundo, acompañada de lugares como el Palacio de la Magdalena, la antigua residencia de verano del Rey Alfonso XIII, el Centro Botín, la catedral o El Sardinero.
Santillana del Mar es otro de los lugares más visitados de Cantabria, ya que es considerado uno de los más bonitos de la zona. ¡Y no es para menos! Gracias a sus calles repletas de adoquines, sus casonas típicas de la montaña y sus balcones engalanados con flores, Santillana del Mar es una parada obligatoria.
Y, aunque gran parte de los pueblos encantadores de Cantabria residan en su costa, como Comillas o San Vicente de la Barquera, también los hay en el interior, como Bárcena Mayor.
Bárcena Mayor es el pueblo más antiguo de toda Cantabria, típico montañés, y que parece de fábula: calles empedradas, el surco del río Argoza, casas barrocas de mampostería con soportales y balcones adornados de flores… Un entorno natural de gran belleza.
Tampoco podemos dejar de mencionar el pueblo de Potes, una villa medieval con un casco histórico que lo cruzan cinco puentes. El pueblo de Potes lo conforman un conjunto de casas antiguas en calles silenciosas y empedradas por las que deambular para descubrir pasadizos, escaleras, cobertizos y hasta un paseo fluvial.
A Cantabria se va a comer bien, pero que muy bien
Con ingredientes procedentes de la zona, los platos cántabros se llenan de verduras y hortalizas de sus propias huertas, de mariscos de su costa, de carne originaria del ganado que pasta en sus valles y de pescados de sus ríos. Así que si, comer en Cantabria es todo un placer.
Como, por ejemplo, las prestigiosas anchoas de Santoña, las apetitosas rabas que se consumen en el aperitivo, el famoso cocido montañés, el plato más típico y popular de la comunidad cántabra, o el cocido lebaniego, una receta típica de Liébana cuyo ingrediente principal es el garbanzo.
Y cómo no mencionar los quesos, otro de los productos estrella que traspasa fronteras y que la leche con los que se elaboran procede de los animales que pastan en espacios naturales. ¡Calidad por doquier!
Pero si hay algo que sin duda cautivará vuestro paladar esos son los postres, como la quesada, un dulce basado en leche de vaca cuajada; los sobaos, unos bollos de mantequilla, miel, azúcar y huevos; y las corbatas de Unquera, hechas con hojaldre y crema.
Los espacios más singulares de bodas también están aquí
El Palacio Torre de Ruesga
Este palacio, ubicado en un lugar inmejorable de Cantabria como es la región del Alto Asón, fue construido en el año 1610.
El Palacio Torre de Ruesga es un hotel boutique rural que también está rodeado de increíble naturaleza, donde destaca el Parque Natural Collados del Asón, además de contar con una piscina exterior, lujosas instalaciones de spa con jacuzzi y sauna y conexión a internet WiFi gratuita en todo el edificio.
En él se dispone de 18 preciosas habitaciones, entre las que destacan las nuevas suites con amplios jacuzzis deluxe de última generación y un gran número de chorros e iluminación LED. Estas suites con jacuzzi ofrecen todo el romanticismo, intimidad y privacidad que se requiere en la noche más especial de vuestras vidas.
La Huerta de Cubas
Este mágico espacio ofrece varias zonas con diferentes ambientes en el que celebrar vuestra boda soñada entre naturaleza pura.
Entre las mejores zonas destaca el invernadero de cristal, un espectacular salón de 600m2 completamente diáfano y el cual podréis distribuir según vuestras necesidades y gustos.
La terraza, unida al invernadero y cubierta para que se pueda disfrutar de ella en cualquier ocasión también permite su uso en vuestro gran día, así como las zonas ajardinadas, las cuales cuentan con más de 2000m2 que rodean el invernadero. Cabe destacar gran bosque de camelias de más de 30 años.
Además, en La Huerta de Cubas, disponen de servicio propio de joyería y alquiler de plantas para decorar los espacios y cuentan con una cocina tanto de mercado, como tradicional, de autor, internacional y hasta cocina fusión.
Hotel Palacio La Peña
Este lugar es sinónimo de elegancia, lujo y calidad, y es que una boda es lo mínimo que merece. El Hotel Palacio La Peña cuenta con un gran salón decorado con piezas antiguas magníficas y con una gastronomía que ofrece una experiencia única.
Casarse en este lugar es trasladarte a la época del Palacio, la cual data del siglo XVI, y disfrutar del máximo confort en sus habitaciones palaciegas dentro de esta finca amurallada de 8.000 m2 y amplios jardines.
En él podrás disfrutar de un trato y una atención plena, exquisita y personalizada, que hará que tanto los novios como los invitados se sientan exclusivos entre paz e intimidad y superen todas sus expectativas.
Este Hotel Palacio no deja indiferente a nadie después de vivir una boda en él además de una experiencia al completo de la esencia de siglos pasados.
Nuevo Molino
Este es uno de los espacios más míticos de bodas de toda la geografía cántabra, y es que todos los que acuden a Nuevo Molino lo hacen, en gran parte, por el sabor de su estrella Michelin.
En el interior del molino, se pueden descubrir numerosas chimeneas, pinturas y esculturas de artistas, mayoritariamente cántabros que conforman sus salones.
Con el gran Chef Toño González, la originalidad de los espacios tanto interiores como exteriores, y sus increíbles jardines, Nuevo Molino es uno de los lugares que ocupa los primeros pódiums entre las opciones de los novios para celebrar su boda.
El Restaurante Deluz
Casarte en este restaurante es como sentirse en casa. Rodeado de un gran jardín, velas, productos de temporada y naturaleza, el Deluz es uno de los espacios de moda para casarse en Cantabria.
La terraza, rodeada de rosas de pitiminí, se llena de velas, sombrillas y el aroma de la hierba recién cortadas.
¿Tendrán algo que ver Marta Hazas y Javier Veiga? Y es que estos reconocidos actores españoles celebraron aquí su boda por todo lo alto, en una de las casas más bonitas de Santander, de inconfundible aire inglés.
La Casona de las Fraguas
Esta es una antigua casona cántabra que se encuentra en el interior de la región, en plena naturaleza, permite celebrar tanto bodas civiles, bajo una preciosa pérgola en el jardín, como bodas religiosas, en la iglesia de San Jorge, vecina de la propiedad.
La Casona de las Fraguas cuenta con unos jardines espectaculares que hacen del espacio un escenario digno de película, porque así ha sido en numerosas ocasiones rodándose películas muy importantes. ¡Y ahora también puedes celebrar tu boda!
Casa Setién
Casa Setién, situado en el pueblo de Oruña, y con un ambiente acogedor y salones privados, es uno de esos restaurantes que se han mantenido al pie del cañón desde innumerables generaciones.
Con un diseño moderno y funcional además de tener una arquitectura tradicional, es un espacio perfecto para celebrar bodas y llevarse una autentica experiencia a través de las papilas gustativas, con métodos de elaboración tradicionales en los que predominan las brasas de encina, verduras, carnes, pescados, arroces, mariscos y postres.
Hotel Palacio de Arce
Declarado Bien de Interés Cultural en 1994, el Palacio del Marqués de la Conquista Real se encuentra a 10 minutos de Santander.
Un buen lugar en el que disfrutar también de su gran bodega y de los mejores licores Premium, para acompañarlos con el producto local y de temporada.
El lugar dispone de 19 habitaciones para poder alojar a sus invitados, así como de capilla, para poder celebrar también su boda religiosa.
La Casona del Judío
Este es un entorno de ensueño en pleno centro de Santander para vivir un día inolvidable acompañado de las mejores recetas, ya que el Chef, Sergio Bastard, combina en sus propuestas platos de la carta con creaciones exclusivas y visualmente muy sorprendentes, pero siempre sin olvidar la tradición.
La Casona cuenta con una magnífica carpa acristalada ubicada en el jardín, con capacidad para 250 comensales, divisible y flexible, además de una espléndida terraza que está disponible tanto para comer como para relajarse después de la comida con la sobremesa o para bailar hasta altas horas de la madrugada.
Una boda en La Casona del Judío es variedad, exclusividad e innovación.
Palacio de Soñanes
Formando parte de la cadena hotelera Abba, este palacio del siglo XVIII ha sido convertido en un hotel de cuatro estrellas en el que la arquitectura y la decoración interior se unen para convertirse en uno de los hoteles rurales en Cantabria de mayor calidad y lujo.
Además, dispone de 30 modernas y cómodas habitaciones, bar, biblioteca, restaurante, piscina exterior y parking. ¡Perfecto para una boda idílica!
El Cenador de Amós
Este lugar, gracias a su prestigioso chef, Jesús Sánchez, galardonado con 3 Estrellas Michelín, hará vuestra celebración aún más especial al convertirse además en una experiencia sensorial-gastronómica, ya que el equipo se encargará de serviros platos y elaboraciones que forman parte de la historia del restaurante.
Los jardines que rodean el restaurante ofrecen espacios encantadores y rincones especiales en los que celebrar una ceremonia civil decorada al más mínimo detalle y preparada con cariño.
¡El romántico cenador jardín con capacidad para 300 personas os cautivará! Nada mejor para tomar el cóctel de bienvenida que hacerlo sobre esta alfombra verde de delicado césped.
Ya has visto que con cualquiera de estos mágicos lugares triunfarás a la hora de celebrar tu boda en Cantabria, además de darle un capricho a tu paladar y visitar los mejores rincones y playas de España.
¿Puede que hayamos dado con el lugar que buscas? ¡Cuéntanoslo en Perfect Venue Manager para ponernos manos a la obra con la organización de tu boda en el norte!
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