Algo con lo que soñamos desde antes de saber que nos vamos a casar es con el vestido de novia, uno de nuestros sueños desde bien pequeñas es imaginarnos con ese vestido blanco camino al altar.
Un elemento como este es algo que preocupa a cualquier novia y puede conllevar algún que otro quebradero de cabeza o resultar hasta estresante, ya que no solo hay que pensar en lo que más nos gusta, sino también en otros factores que veremos a continuación.
Como el vestido marca el tono de la boda, en este post te facilitamos la elección del mismo contándote las claves para tener en cuenta antes de seleccionar un diseño u otro y hacerte con el vestido de novia definitivo.
Piensa en el espacio de tu enlace
El entorno o espacio en el que se celebra la boda es muy importante tenerlo en cuenta para ir a juego con el mismo, dado que, si nos casamos en una playa o en un bosque el estilo más idóneo será el bohemio o vintage, mientras que, para un palacio o un lujoso hotel, un vestido de estilo clásico irá más acorde.
Establece un presupuesto
Se ha de tener en cuenta el presupuesto que queremos invertir en el vestido y ceñirnos a él. Esto es muy importante ya que, si nos probamos otros vestidos que están fuera de nuestro alcance y nos gustan mucho posteriormente no nos lo podremos quitar de la cabeza y nos desanimaremos porque no nos lo podremos permitir. Piensa que el vestido no es solo todo el presupuesto, ya que a eso hay que añadirle complementos como el velo, zapatos, joyas, etc.
¿En qué época te casas?
No olvides pensar en la estación del año en la que se celebra la boda, ya que será primordial para elegir elementos como las mangas y los tejidos. Si te casas en los meses de invierno será aconsejable elegir un diseño de manga larga o manga ¾ o acompañar el vestido con alguna chaquetilla o capa, pero si te casas en verano los escotes de palabra de honor o los tirantes serán tu mejor opción.
¡Que no te pille el toro!
Más vale que sobre tiempo que no que falte. Es aconsejable comenzar con los preparativos del vestido sobre unos nueves meses de antelación, ya que se tarda aproximadamente cuatro meses en confeccionarlo y luego hay que ir haciendo pruebas para ajustar, arreglar y hacer modificaciones y dejarlo puesto a punto.
Piensa en tu estilo
¿Más atrevida con un escote prominente o más recatada con cuellos de barca? ¿Una falda ajustada realzando tus caderas o mucho volumen para disimularlas? ¿Dando un toque de sensualidad con la espalda al descubierto o con un largo velo que la cubra?
Para responder a estas preguntas primero has de conocer tu tipo de cuerpo para saber qué es lo que mejor te sienta y el tipo de corte que resaltará tus mejores zonas y disimulará otras, haciéndote sentir más cómoda, única y especial. Y ahora conoce tu tipo de cuerpo y ¡selecciona tu vestido!
Por regla general existen cinco tipos de vestido, según su entallado, corte, volumen. etc. ¡Pasemos a ver cuál es el tuyo!
Corte A: Este es tu modelo idóneo si tienes un cuerpo en forma de triángulo, es decir, tienes un busto y unos hombros estrechos mientras que tienes unas caderas más anchas. Este tipo de vestido está ceñido desde el busto hasta la cintura y a partir de la cadera la falda consta de una caída que se va ampliando cada vez más. La cintura suele estar ceñida por otro tipo de tela diferente a la del resto del vestido para aportar más volumen en esa zona, así como en los hombros para equilibrar toda la silueta.
Corte Sirena: Si tu cuerpo es un reloj de arena, (hombros y caderas anchas y cintura estrecha) este corte es el más adecuado. Este corte está entallado hasta la rodilla, que es donde empieza a tener vuelo la falda lo que provoca que resalte la fina cintura y el vientre y crea un busto encantador mediante un escote pronunciado acentuando así la figura curvilínea.
Corte Princesa: Encaja con casi cualquier tipo de cuerpo, aunque es recomendable para todas aquellas que cuenten con un cuerpo en forma de triángulo invertido (hombros anchos y caderas estrechas), o triángulo (busto pequeño y caderas anchas) porque este vestido conseguirá que tu parte superior no quede descompensada con la superior mediante una parte de arriba entallada hasta la cintura y aportando mucho volumen en la parte de las caderas para disimularlas.
Corte Imperio: ¿Tienes un cuerpo de rectángulo? Si no tienes curvas y eres tirando a delgadita con poco pecho y largas piernas, esta es tu apuesta segura. Las faldas de tipo A, acampanadas o de rectas y el talle corto que termina justo debajo del busto te harán sentir como una auténtica diosa griega.
Corte Entallado: También para un cuerpo rectángulo (sin curvas y con pecho y caderas estrechas), ya que el entalle o tipo tubo es perfecto para realzar y estilizar tu figura y disimular las pocas variaciones de tu cuerpo, favoreciendo la altura y las piernas largas.
Pero, ¿has pensado en romper con lo establecido y lucir el día de tu boda un elegante traje de chaqueta?Con cualquier elección, es considerable no dejarse influenciar mucho por otras personas. Nunca debes comprar un vestido que no te fascine por agradar a terceros ya que al final la novia eres tú y la decisión es tuya.
Al final, elijas lo que elijas, lo más importante es que le des tu toque personal y que añadas cualquier detalle que te identifique y vaya acorde a tu personalidad y que una vez puesto te haga ser y sentirte tú misma.
¡Ahora que ya sabes todas las claves, ya puedes comenzar a abalanzarte en la búsqueda!
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Foto1,6: Goranna, Foto2: Aye Mattaini fotografía, Foto3,5: Tanya Vasiliuk Photography, Foto4: Alekseenko