En la entrevista de hoy conocemos a Álex Berasategi, un talentoso profesional especializado en fotografía de bodas y videografía en el País Vasco que comenzó en el mundo de la fotografía deportiva para después dar el salto a las bodas.
Álex se caracteriza por combinar la fotografía documental y artística, logrando un equilibrio perfecto entre capturar momentos espontáneos y crear composiciones estéticamente cuidadas. Su objetivo es contar historias reales, reflejar la esencia de cada pareja y crear recuerdos que perduren en el tiempo.
El País Vasco, con sus impresionantes paisajes naturales, es uno de los grandes protagonistas de su trabajo, y Álex sabe cómo incorporar la belleza de la región para enmarcar momentos inolvidables.
En esta entrevista, descubriremos cómo logra conectar con las parejas, capturar emociones auténticas y transformar cada boda en una narrativa única. Además, nos contará algunas anécdotas curiosas y cómo improvisar, incluso en las situaciones más inesperadas, puede llevar a capturar fotografías mágicas.
Si estás planeando una boda y sueñas con un reportaje que combine naturalidad, emoción y arte, Álex nos muestra cómo su fotografía de bodas y videografía en el País Vasco pueden convertirse en una experiencia inolvidable. ¡Acompáñanos!
Comenzaste tu andadura en el mundo de la fotografía deportiva, ¿cómo hiciste el cambio hacia la fotografía de bodas y videografía en el País Vasco? ¿Qué es lo que ambos mundos tienen en común?
Mi transición hacia la fotografía de bodas fue natural. Aunque al principio me especialicé en fotografía deportiva, descubrí que la emoción y la energía de los eventos deportivos también estaban presentes en las bodas, pero con una carga emocional distinta. Ambos mundos comparten la necesidad de capturar momentos únicos e irrepetibles, lo que requiere anticipación, rapidez y creatividad.

Tu estilo se describe como una combinación de fotografía documental y artística. ¿Cómo logras equilibrar ambos enfoques en tu trabajo?
Mi enfoque documental me permite capturar la naturalidad y los momentos espontáneos, mientras que la parte artística añade un toque estético y cuidado a las composiciones. El equilibrio se logra al conocer a los novios y entender qué momentos quieren recordar y cómo quieren verlos plasmados.

Trabajar en bodas debe ser emocionante, pero también desafiante. ¿Cuál ha sido el momento más divertido o curioso que has vivido durante una boda?
Una vez, en una boda al aire libre, el perro de los novios se escapó corriendo justo antes de la ceremonia con los anillos atados a su collar. Todo el mundo se unió para perseguirlo, y aunque fue caótico, terminó siendo uno de los momentos más divertidos y memorables del día.
Sabemos que te apasiona capturar momentos espontáneos. ¿Alguna vez una foto inesperada se ha convertido en la favorita de los novios?
Sí, una vez, después de la ceremonia, capturé un instante precioso: la novia, con una sonrisa radiante, le enseñaba a su hijo pequeño el anillo de boda. La emoción en su rostro y la curiosidad en los ojos del niño crearon una imagen cargada de significado y ternura. Fue un momento completamente natural que no estaba planeado, pero que terminó siendo muy especial para ellos. Los novios me dijeron que esa foto representaba la conexión entre su nueva etapa como pareja y su papel como familia, y se convirtió en una de sus favoritas del día.
¿Tienes alguna boda o evento en particular que te haya dejado una huella especial, ya sea por alguna razón emocional o creativa?
Una boda en una pequeña ermita en la montaña me marcó mucho. Fue íntima, con pocos invitados, y los novios estaban completamente entregados al momento. Las emociones eran tan auténticas que cada fotografía parecía contar una historia profunda.

Tu enfoque se centra mucho en contar historias. ¿Cómo logras conectar con los novios para capturar sus emociones más auténticas?
Dedico tiempo a conocerlos antes de la boda. Hablo con ellos, escucho sus historias y procuro entender qué los hace únicos como pareja. Esa conexión ayuda a que se sientan cómodos y puedan ser ellos mismos frente a la cámara.
En cuanto a la videografía, ¿qué tipo de vídeos cinematográficos prefieres crear para las bodas? ¿Sigues algún estilo o enfoque específico?
Prefiero crear vídeos que mezclen momentos reales con una narrativa cinematográfica. Me gusta usar música emocional, planos cuidadosos y una edición que transporte a los novios al día de su boda cada vez que lo vean.
El País Vasco tiene paisajes espectaculares. ¿Cómo incorporas la belleza natural de la región en tu trabajo? ¿Tienes algún lugar favorito para hacer sesiones de fotografía de bodas allí?
Siempre trato de incluir los paisajes del País Vasco porque añaden un marco natural increíble a las fotos. Lugares como San Juan de Gaztelugatxe, los viñedos de La Rioja Alavesa o los acantilados de Zumaia son perfectos para sesiones al aire libre.

Sabemos que cada pareja tiene una historia única. ¿Cómo personalizas tu trabajo para que cada boda tenga su propio toque especial?
Cada boda es diferente porque cada pareja lo es. Como profesional de la fotografía de bodas y videografía en el País Vasco me inspiro en sus personalidades, su historia y los detalles que eligen para su día especial. Esto me ayuda a reflejar su esencia de forma auténtica.
La fotografía de bodas también trata de capturar momentos fugaces. ¿Alguna vez has tenido que improvisar para conseguir una toma perfecta?
Sí, más de una vez. Una vez, la lluvia inesperada nos obligó a buscar refugio en un granero cercano. Aunque no estaba planeado, las fotos bajo esa luz tenue y el ambiente rústico resultaron mágicas.
A veces los novios tienen peticiones especiales. ¿Cuál ha sido la petición más original o divertida que te han hecho durante una boda?
Una pareja quiso recrear una escena de su película favorita con todos los invitados. Fue un desafío coordinar a tanta gente, pero el resultado fue único y muy divertido.
Si tu fotografía de boda fuera un deporte, ¿qué deporte sería y por qué?
Sería el atletismo, porque se necesita resistencia, rapidez y estar preparado para capturar el momento exacto sin perder la concentración. Al igual que como profesional de la fotografía de bodas y videografía en el País Vasco.

Finalmente, Alex, ¿hay algún consejo que sueles dar a las parejas antes de su boda para ayudarles a sentirse más cómodos frente a la cámara?
Como profesional de la fotografía de bodas y videografía en el País Vasco, siempre les digo que se olviden de la cámara y se centren el uno en el otro. Les recuerdo que este día es suyo y que la naturalidad siempre resulta en las mejores fotos. También ayuda hacer una sesión previa para que se acostumbren a estar frente a la cámara.