Llena de diversión, emoción y una ilusión desbordante, así es como fue la boda española de Elena y Felipe, los cuales decidieron dar comienzo a su nueva vida de casados en la querida Extremadura.
A pesar de ser una de las zonas menos exploradas del país, es una región de contrastes y de historia, de dehesas y llanuras que se intercalan con montañas y valles, donde destacan sus colores verdosos y amarillentos y lugar en el que suceden atardeceres mágicos.
Es por ello que estos novios no encontraron otro escenario mejor para que fuese testigo del “sí quiero”, y seguro que, de ahora en adelante, tú tampoco.
Así que, si tu pareja y tú también os casáis próximamente, y queréis una boda diferente, rodeados de vuestros seres queridos, y necesitáis ideas y proveedores para casarse en la frontera de Portugal…
¡No os perdáis las líneas que vienen a continuación!
Al aire libre y entre palmeras
Así es como fue el espacio elegido, la Finca Los Fresnos, situada a las afueras de Badajoz, en la carretera entre Valverde de Leganés y Táliga.
Este cortijo, antigua residencia aristócrata que data del siglo XIX, era propiedad de unos amigos de la pareja, Francisco, Marina y Fátima Cacho Terrón, los únicos herederos de su tío Luis, al que su abuelo Ramón cedió estas tierras tras haberlas adquirido a lo largo de toda su vida.
Y es que Elena y Felipe no pudieron elegir lugar más idílico para celebrar su boda, en pleno campo, con luz natural ¡y hasta con una preciosa plaza de toros con salón perimetral!
Esta pareja se casó en la capilla que tiene la finca en su interior, pero no exactamente, ya que el altar se colocó a las puertas de estas, celebrándose la ceremonia al exterior.
Hojas de olivo, espigas y aliums para adornar
Con una creación de Sally Hambleton, la novia lució un ramo de aire campestre, ya que estaba formado por pequeñas ramas de olivo liofilizadas, pequeñas florecillas y espigas.
De la mano de la decoración de Mirka Eventos, el espacio cogió forma
Como el lugar de la ceremonia, en el que se situaron sillas blancas y una gran alfombra como camino. Así como todo este espacio se llenó de las ramas de olivo y las flores del ramo.
Al terminar esta celebración, los novios fueron rociados por pétalos de rosa blancos y rojos, una alternativa al tradicional arroz, y pusieron rumbo hacia el cóctel de bienvenida, del que se encargó el catering de Santa Teresa.
Al llegar al lugar del cóctel, lo primero en lo que se fijaron los invitados fue en el seating plan, el cual estaba colocado sobre rústicas escaleras de madera, acompañadas con flores dentro de maceteros galvanizados y jarrones por el suelo de cristal con ajos ornamentales, también conocidos como aliums.
Por el terreno también se situaron cestas de esparto con más florecillas que daban un toque encantador.
Una comilona para recordar
En cuanto a las mesas del banquete, estas fueron redondas, y se situaron sobre ellas manteles blancos, posa-platos de mimbre, cubertería plateada y unos centros de mesa muy sencillos al ser finas botellitas con alguna flor.
Pero el mayor toque de romanticismo y magia lo dieron las bombillas, que cruzaban entre los árboles del espacio a modo de guirnaldas.
Frescura y buen gusto en los estilismos
La novia se decantó por un vestido de El Atelier de Helena Mareque, y es que esta novia, al ser tan alegre, simpática, espontánea y divertida, no podía elegir otra firma que no fuera esta, ya que cuenta con los vestidos más frescos, tiernos y desenfadados.
¡Y así es como fue el vestido de Elena! Un diseño repleto de transparencias, bordados y puntillas que daban un toque de lo más bohemio.
Cabe destacar la larga cola, la espalda al descubierto y los materiales de aires tan románticos como es el tul plumeti.
Para los zapatos, la apuesta segura era subirse en unos Miu Miu
Y eso fue lo que hizo, hacerse con unas sandalias negras de satén atadas al tobillo, con plataforma para aguantar bien toda la noche, y lucir un tacón deslumbrante formado por apliques de cristales.
El peinado fue sencillo, ya que constaba de ondas sueltas, pero sobre estas se colocó un velo y una tiara movible dividida en tres partes, con turquesas, brillantes, diamantes y una esmeralda en el centro. Una joya de la familia que ha ido pasando de generación en generación ¡y que seguro que así seguirá siendo!
No podemos pasar por alto el anillo de la pedida, una joya Bárcena que constaba de un anillo vintage rectangular de plata.
El novio también marcó la diferencia
Por otra parte, Felipe lució en la parte de arriba un chaqué negro con camisa blanca, a conjunto con el pañuelo del bolsillo, así como un broche de hojas de olivo, igual que el ramo de la novia.
También optó por usar una corbata azul marina con topos rojos, un chaleco y por marcar la diferencia luciendo unos pantalones a rayas.
Copas, música y mucho baile hasta el amanecer
Y es que, ¿conoces a alguien que no le guste una divertida fiesta? Si la respuesta es sí, ¡seguro que no estaba entre los invitados de Elena y de Felipe!
Porque todos bailaron hasta el amanecer, brindaron y celebraron el amor y la nueva vida de los recién casados.
¿Necesitas ideas para la fiesta posterior al banquete? ¡Entonces no te pierdas este otro post!
Un reportaje lleno de sentimiento y espontaneidad
Y todo gracias a la fotógrafa Silvia Sánchez, la cual hizo el reportaje de fotos y vídeo poniendo todo el sentimiento que se merecía esta boda. ¿Has visto que resultado tan espectacular?
¡En Perfect Venue no nos pueden gustar más! Y, a pesar de que ya hayamos terminado de contarte como fue esta boda, ¡en nuestra web puedes encontrar muchas más para inspirarte!
¡Te esperamos!
Profesionales de boda:
Foto & Video: Silvia Sánchez // Espacio de boda: Finca Los Fresnos // Vestido de boda: El Atelier de Helena Mareque // Zapatos: Miu Miu // Catering: Santa Teresa // Ramo de novia: Sally Hambleton // Decor: Mirka Eventos
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Déjame encontrar el lugar perfecto para ti!
