En el artículo de hoy, os contamos todo acerca de la boda LGTBI en Barcelona de Olin y Zeth, la cual se celebró con éxito pese a haber ciertos problemas durante la organización.
Estos dos novios la mar de modernos y rompedores tuvieron que posponer su boda en varias ocasiones y, cuando por fin estaba a punto de celebrarse, nos encontramos sin espacio a escaso tiempo de su boda.
¿Quieres saber lo que ocurrió? ¡Entonces sigue leyendo! Pero ya te adelantamos que gracias al equipo de Weddings and Events se pudo solventar el problema con rapidez y eficacia, y es que las consecuencias de la pandemia se hicieron notar en esta boda.
¡Como lo lees! Sigue leyendo para saber que ocurrió, como se solucionó, y el final feliz que acabó teniendo esta ansiada boda.
Una boda multicultural en una ciudad multicultural
Barcelona es una de las ciudades de España que más convive con gente de otros países y culturas desde hace décadas, ya que durante todo el año sienten la presencia de millones de turistas que les visitan y que eligen su localidad para convertirse en matrimonio y realizar turismo.
Solemos recibir solicitudes para organizar bodas de parejas de EE. UU, Inglaterra, Francia, incluso de algunos países de América Latina y hasta de África, por eso, cuando estos novios de Reino Unido nos contactaron para organizar su boda LGTBI en Barcelona, en la capital de Cataluña, no nos pudieron hacer más felices.
¡Estábamos deseando recibir a sus invitados de UK, de varios países de Europa y hasta de destinos de la otra parte del mundo! Porque nos apasionan las bodas multiculturales y de destino.
Unos novios “colgados” por la pandemia
Destacar que esta boda estaba ya cerrada desde antes de la pandemia y, con todo preparado, en abril de 2020 era el momento del “sí quiero” pero, debido a la pandemia del Covid que supuso una pausa en todo el mundo, la tuvimos que aplazar un año.
Llegado abril de 2021, tampoco pudimos llevarla a cabo y es que, como sabéis, en muchos países seguía habiendo restricciones de viaje, por lo que los novios decidieron volver a aplazarla hasta el momento en el que todos sus invitados pudiesen venir.
Y, por fin, ¡el momento llegó! El 16 de abril de 2022 fue el día en el que los novios y sus invitados pudieron reunirse para celebrar su matrimonio. ¡Pero todo no fue tan sencillo! Y es que nos encontramos con un contratiempo que nos puso a todos a correr…
Debido a la pandemia, muchos restaurantes y espacios no han podido sobrevivir, por lo que el espacio que inicialmente habíamos contratado, ya no existía ni se encontraba disponible, por lo que en el último momento los novios no tenían lugar en el que casarse.
El espacio, finalmente llegó
En cuanto nos dimos cuenta de que el otro espacio ya no estaba disponible, enseguida nos pusimos a reclamar, pero es un proceso tan largo que tuvimos que buscar otro espacio en cortos tiempos.
Después de una breve búsqueda, dimos con un restaurante en Barcelona que le encantó a la pareja y les hacía mucha ilusión casarse en él.
Por ello, nos pusimos manos a la obra y ajustamos los precios de los proveedores, ya que para los novios era muy complicado tener que volver a pagar de nuevo un espacio para darse el “sí quiero”.
Pero, aun así, ¡todo salió más que fenomenal y en tiempo récord!
Un restaurante de mármol, piedra y madera
Tanto la ceremonia, como el cóctel, el banquete y la fiesta, fue todo en el mismo lugar, ya que el restaurante elegido contaba con una zona llamada “la cava” para realizar eventos.
La ceremonia y la fiesta ocurrieron en una especie de cueva formada por muros de piedra y sillas de madera, que después se retiraron para preparar el espacio de la fiesta.
Los invitados degustaron platos de rechupete en un restaurante la mar de encantador, al estar formado por columnas de mármol, paredes con madera, lámparas colgantes, arcos de piedra, vigas de madera, platos sobre las paredes… ¡Súper original!
Un altar entre granates y verdes
Uno de los colores favoritos de los novios, el granate, estuvo presente en el altar, ya varias telas de este tono bañaban las sillas presidenciales, la mesa del altar y la alfombra del suelo.
Además, todo se encontraba repleto de plantas verdes que decoraban el lugar, así como florecillas blancas que adornaban las sillas y los boutonnieres de los novios.
Cocktail exterior y banquete interior
Antes de tomar asiento para degustar el rico banquete, era momento de brindar por los novios.
En el exterior del local se dispusieron mesas altas con una variedad de cócteles para abrir apetito y después pasar el gran festín de comida con mucha hambre.
Cuando los invitados se colocaron en sus sitios, probaron croquetas caseras, chupitos de vermut, escalibada, pato confitado con foie, carne con patatas trufadas… ¡No se dejaron nada en el plato!
Estilismos rompedores y rebeldes
Los novios, la mar de diferenciadores y únicos, aparecieron los dos con el mismo traje de chaqueta azul marino, pero con la novedad de que el pantalón del traje era corto.
Optaron por lucir bajo la chaqueta una camisa blanca y unos zapatos marrones, siendo lo único que les diferenciaba la pajarita, ya que uno eligió para su pajarita un tono amarillo dorado y el otro un color morado.
¡Looks más que apropiados para una boda LGTBI en Barcelona!
Tarta de rechupete muy “gentleman”
Una tradición de las bodas es que los novios corten la tarta con una gran espada, y eso es lo que hizo esta pareja: cortar entre muchas risas su gran tarta nupcial.
Esta estaba compuesta por dos pisos repletos de fondant blanco y negro, simulando con la decoración un traje de chaqueta con pajarita, solapas y botones.
Como elemento decorativo, en la cima de esta, se encontraba una figurita plateada con mucho brillo que contenía la fecha de la boda y el nombre de los novios. ¡Sabrosísimo!
Una fiesta entre focos y abanicos
¡Era momento de dejar ver la otra parte de los estilismos! Y es que los novios optaron por quitar su americana y dejar al descubierto su original camisa, que simulaba a un chaleco blanco, ya que las mangas y la espalda las configuraban un estampado morado y dorado, a juego con sus pajaritas, ¡Nadie imaginaba el look que se encontraba debajo de la chaqueta!
Entre música muy cañera, abanicos de colores y focos por doquier, estos novios y sus invitados vivieron una fiesta de boda única con pasos de hip hop incluidos.
¡Todos se lo pasaron en grande en esta boda LGTBI en Barcelona!
Una limusina por la ciudad
Una lujosa limusina blanca recogió a los novios, con la que rodearon la ciudad para tomarse fotos por los sitios tan encantadores de la capital de Cataluña y brindando con champán con los amigos más allegados.
Con la limusina hicieron diferentes paradas para fotografiarse en parques de tulipanes, jardines, en la puerta de Ávila, en la calle de Caballeros… ¡No pudo haber un resultado más espectacular y variado en las fotos!
Fotógrafa profesional con detalle sorpresa
La fotografía fue a manos de Tanya Vasiliuk, quien consiguió capturar a esta pareja con toda la espontaneidad, felicidad y naturalidad del momento.
Es más, la fotógrafa quedó tan encantada con esta sesión de fotos y la entrega de los novios que decidió regalarles una sesión de fotos postboda en Mallorca. ¡Nos morimos de ganas de ver esas fotos!
Una planificación espectacular
La planificación de la boda fue llevada a cabo por Weddings and Events by Natalia Ortiz, donde Natalia Ortiz, la mejor de las Wedding Planners, puso todo su cariño para este resultado tan espectacular para que resultase la mar de exitoso pese a los contratiempos provocados por la pandemia. ¡Salió todo tal y como ellos querían!
Si tú también quieres una boda LGTBI en Barcelona parecida a esta, no dudes en contactarnos. ¡Te esperamos!