Esta boda en el Castell de Tamarit de Tarragona cuenta la historia de amor de Abi y Scotty, una pareja de australianos que eligió España para darse el “sí quiero”, ¡Porque las bodas de destino están de moda!
Los novios siempre habían tenido claro que elegirían España para casarse, ya que les gusta tanto nuestro país que querían celebrar su boda en un espacio histórico español. ¡Y tenían claro que querían que fuese un castillo!
La apuesta fue un magnífico castillo catalán, donde hasta el mismísimo Andrés Iniesta contrajo matrimonio con Anna Ortiz en 2012.
¿Sabías que hasta el famoso cantante Tom Walker estuvo como invitado en esta boda? ¡Sí, como lo lees! Así que no te pierdas detalle de esta boda tan única… ¡Y coge ideas para la tuya!
Empezamos.
El Castell de Tamarit, el sueño de cualquier pareja
Los novios pudieron casarse con vistas al mar y rodeados de siglos de historia en uno de los espacios más distinguidos de Cataluña. Este es un espacio exclusivo con vistas al Mediterráneo, ubicado a 10 km de Tarragona y a 80 km de Barcelona.
Este espacio fue comprado por un coleccionista de arte americano que llevó a cabo una completa restauración de tipo romántico, uniformizando las diferentes edificaciones, pero manteniendo todos sus elementos románicos y góticos. Desde 1988, el Castell de Tamarit está considerado Bien de Interés Cultural.
Una de las características principales de los diferentes espacios del castillo es su exquisita decoración, que está cuidada hasta el máximo detalle. La ornamentación de los salones de banquetes perdure en la memoria de todos los invitados, así como los jardines que están frente al mar, la impresionante piscina y la gran sala sumamente iluminada.
Cabe destacar que en este castillo se encargan de supervisar la organización de los detalles florales y del diseño de la sala para conseguir un ambiente idóneo que despierte los sentidos de anfitriones e invitados.
¡Todo cuidado al detalle!
Una ceremonia al exterior entre flores blancas
El emocionante momento de jurarse amor eterno estuvo repleto de decoración clásica y romántica.
El altar lo conformaba un círculo dorado repleto de hojas verdes, a ambos lados se encontraban grandes jarrones con hojas verdes y flores blancas y todo estaba repleto de sillas blancas para los asistentes.
Al inicio del pasillo, varias cajas de madera también estaban acompañadas de varios jarrones de flores y cestos con pétalos de rosa para lanzar a los recién casados.
El ramo de la novia también lo configuraban una serie de hojas verdes combinadas con diferentes tipos de flores blancas, destacando las rosas, las paniculatas, y algunas flores también en tonos rosáceos.
Gastronomía de rechupete y decoración clásica
El lugar cuenta con cocina propia, que se ocupa de elaborar diversos tipos de menús adaptados a las peticiones de novios e invitados.
La propuesta gastronómica se basa en productos locales y de calidad, tomando la cocina mediterránea como punto de partida y apostando por la tradición acompañada de pinceladas de cocina de autor con un claro objetivo: enamorar a los invitados a través del paladar.
El cóctel de esta boda en el Castell de Tamarit se realizó en los jardines y junto a la piscina, donde se colocaron mesas de madera, barricas de vino y mesas redondas con manteles blancos, ¡todo con vistas al mar!
Para el banquete, se dispusieron mesas largas de madera con sillas de madera acompañadas de un cojín blanco.
Sobre las mesas se situaron caminos de mesa de hojas verdes, posaplatos de mimbre, platos con relieve transparentes, cubertería plateada, velas, y un sinfín de guirnaldas de luces a modo de techo que se encendieron en el atardecer y que llenaron el espacio de aún más romanticismo.
Dos estilismos de ensueño
La novia, subida en unos altísimos tacones brillantes, se enfundó en un vestido con una falda voluminosa repleta de tul. La parte superior la conformaban un escote, tirantes finos y bordados con encaje y transparencias.
Para el peinado, la novia tenía claro que para su gran día quería la melena suelta y repleta de ondas, ¡melena al viento para darlo todo!
Por su parte, el novio eligió para su boda en el Castell de Tamarit una camisa blanca con relieve, una pajarita negra, y una americana y pantalón negro del mismo tono.
El novio, el toque de color lo puso en sus calcetines, ya que eran estampados con palmeras y vírgenes, ¡nos encanta!
Una tarta… ¡o más de una!
Además del vestido de la novia, la tarta de boda es otro de los iconos más aclamados del gran día, convirtiéndose el momento de cortar la tarta en uno de los más deseados del banquete.
Estos novios no optaron por una tarta, sino por varias, colocadas en una estructura de varios niveles. Estas eran de fondant blanco y estaban decoradas con pequeñas hojas de olivo.
¡A veces menos es más!
Video y fotografías tatuadas en la memoria
Santi Cayuela, de Cayuela Videos fue el videógrafo de esta boda y Juanlu Rojano fue el encargado de la sesión de fotos del gran día, consiguiendo ambos como resultado un espectacular vídeo y unas preciosas fotografías narrativas y documentales.
Además, consiguieron captar todas las emociones y todos los detalles del día más importante de la vida de Abi y Scotty.
Si tú también quieres una boda en el Castell de Tamarit o en un sitio tan espectacular como este, en Perfect Venue te podemos ayudar, ¡organizamos todo por vosotros y quedaréis más que encantados!
Contáctanos, ya te estamos esperando.
Creditos:
Fotógrafo: Juanlu Rojano / Lugar: Castell de tamarit, @castelldetamarit / Video: @Cayuelavideos / Cantante: @iamtomwalker