Las joyas, son el mejor amigo de una chica, te dan ese aire de delicadeza y clase.
En una boda vale todo, si con eso te hace feliz. Creo que todos deberían saber eso. El gran día, es tan esperado, es aquella aspiración que te quita el sueño. No puedes conformarte con poco, ese día se merece todo, tus esfuerzos y todo lo que deseas para hacerlo realidad.
Y sin duda Claudia y Gonzalo es lo que nos quieren transmitir con su boda. Desde la gran tiara de diamantes, hasta un Monasterio declarado Patrimonio de la Humanidad. Eso sí que es tirar la casa por la ventana.
Una boda rústica en un Monasterio de Cáceres
La pareja protagonista decidió seguir la tradición. Una ceremonia religiosa en un lugar de culto. Pero no cualquier lugar, uno declarado Patrimonio de la Humanidad. El monasterio de de Maria de Guadalupe, un edificio sin igual gracias a su confluencia de estilos que va desde gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico. Toda la historia del arte expresada en un lugar de culto. Pero eso no es todo, este espacio, lleva el nombre de la Patrona de la Hispanidad, la Virgen de Guadalupe. Nuestro novios han sabido elegir bien, su amor está muy bien custodiado en las paredes de este grandioso lugar.
Una boda muy familiar
La familia no sólo es aquella que te lleva al altar, o con la que crece. Son todos aquellos seres que han participado a lo largo de tu vida. Todos los preparativos han sido bien consensuados en el seno familiar, hasta conseguir esta hermosa boda. De los meseros, se encargó una amiga de la madre de la novia. De las minutas, la cuñada. De las invitaciones el hermano de la novia, y del banquete y candy bar, la madre y el hermano del novio. Eso sí que es implicar a toda la familia.
El diamante, el complemento perfecto
Viniendo de una familia de joyeros, es más que obvio que nuestra novia iba a lucir una de las joyas de la familia. Para su emblemático día, eligió nada menos que una tiara de diamantes, realizada en oro y con 906 diamantes incrustados.
Esta riqueza de gusto también se vio reflejada en su vestido de la mano de Lucía de Miguel. Un vestido cuidado hasta el más minucioso detalle, mangas de campana y tira de terciopelo. Una exquisitez sin igual. Todo ello, reflejado en un elaborado peinado de trenzas. Nuestra novia es una reina digna de un rey.
Una imágen vale más que mil palabras
El equipo de Concorazón, han tenido la tarea de contarnos con mucha delicadeza, esta preciosa historia de amor reflejada en imágenes. Una novia emocionada y nerviosa, llevada al altar de la mano de su padre. Un novio impaciente, rodeado de amigos, recitando en voz alta su confesión de amor.
Un barullo y caos de emociones. Risas y alegría. Una mirada que vale todo el mundo. Y un hermoso amanecer cogidos de las manos de quienes más aman.
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Wedding team:
Fotógrafo y video: Concorazon // Lugar: Monasterio de la Vírgen de Guadalupe // Vestido: Lucia de Miguel // MUAH & Peinado: Urvan Official // Flores: Arbolande // Zapatos novia: Uniqshoes // Joyas: Jss Yanes // Traje novio: Fields