Después de unos cuantos años de amor como novios, Anna y Sergi dieron el paso para celebrar su boda en un viñedo de manera íntima, con sus familiares y amigos más allegados.
Sí, como lo leéis, ¡en un viñedo de terreno boscoso y con un microclima de contrastes fue donde esta pareja de jóvenes quiso empezar su nueva vida juntos como marido y mujer!
El día elegido fue el 23 de junio, una noche muy especial ya que es la de San Juan, en la que todos los deseos se hacen realidad, ¡y vaya si se hicieron realidad! Porque se dieron el “sí quiero” más alto y claro de todos los tiempos.
Además, en un entorno que cautivó a los invitados por sus viñas y bosques y que es testigo de buenos vinos, aromas, sensaciones y estímulos.
Sólo hay que ver el resultado del reportaje fotográfico de Carla de Racords fotografia que tuvo lugar en los viñedos de la bodega Abadal para corroborar que fue una boda de lo más divertida, cercana y natural.
¡No te pierdas la encantadora boda de Anna y Sergi e inspírate para tu boda en unos viñedos!
La Casa Rural La Ponsa, la favorita de los novios
Ubicada en Artés, Barcelona, esta casa rural acogió a estos novios a sus seres queridos, los cuales disfrutaron de unas de las mejores vistas que se pueden tener: todas zonas verdes.
Dispusieron del alojamiento completo, por lo que pudieron moverse libremente por el amplio salón repleto de sillones y con chimenea de leña, por la cocina completamente equipada, por el patio, piscina, jardín, terraza, baños…
¡El lugar alberga todas las comodidades para que los novios que quieran darse el “sí quiero” en la casa rural también puedan pasar un fin de semana inigualable!
¿Se os ocurre un sitio mejor para celebrar una boda en completa confianza y de lo más entrañable? ¡A Anna y Sergi no!
Y es que, La Ponsa cuenta con 6 dormitorios: 2 con un par de camas individuales, el tercero es triple, una más de matrimonio, y una con 5 plazas, mientras que la última tiene para 6 personas.
Pero, sin duda, lo que cautivó todas las miradas fue el espacio ajardinado tan amplio y el parque acuático que alberga el establecimiento, así como el bosque en el que se llevó a cabo la ceremonia. ¿Quieres saber cómo se decoró? ¡Pues sigue leyendo!
Una decoración que rompió protocolos
Porque si algo caracterizó a la decoración del gran día de esta pareja, fue que la decoración no siguió ni temática, ni gama cromática, ni se ciñó a reglas, sino que los novios solo escogieron todo aquello que les hacía sentirse más cómodos y acordes a su personalidad.
El altar, entre paja y telas
En uno de los lugares más importantes del día como es el altar se colocaron lámparas de papel redondas blancas a modo de guirnaldas, mismo color que el de los asientos, ya que los grandes bloques de paja donde se sentaron los invitados estuvieron recubiertos de tela blanca.
Cabe destacar los detalles tan encantadores que también se encontraban en el espacio del “sí quiero” como las macetas con flores en el pasillo hacia la ceremonia, el porta-anillos que constaba de una rodaja de árbol de tronco y otros elementos que pusieron el toque musical a la ceremonia, como el violonchelo o la guitarra, con los que se consiguió una ceremonia de lo más animada.
Las flores, románticas y clásicas
Con una creación de Inma Ferrer, las flores pusieron el toque de color al gran día, eso sí, de manera clásica y encantadora como son los tonos blancos y los rosas.
El ramo de flores estaba repleto de margaritas, tulipanes rosas, paniculatas… y todos los tallos se juntaban con una cinta de calados blanca.
Los novios, clásicos y refinados en sus estilismos
Anna, una novia con sello Nadia Montero
Sí, la novia lució un vestido de novia de Nadia Montero, diseñadora de Barcelona, la cual vistió a esta de blanco con un sencillo vestido de cuello en V, al igual que el escote en la espalda, que también lo acompañaba una fina línea de botones.
Para la ceremonia, el vestido lo acompañó de una pequeña capa de tul transparente que cubría hombros y pecho.
Como accesorios se decantó por un cinturón de flores al igual que el tocado de su peinado, a conjunto con los tonos rosáceos del resto de la decoración floral.
Respecto al peinado, la opción elegida fue un recogido lateral con trenza y todo bañado en ondas.
Sergi, el novio más galán
Este optó por un traje de chaqueta azul marino con corbata, chaleco y solapas en tono azul más claro, todo dispuesto sobre una camisa blanca.
El look lo combinó también con un broche floral al igual que los detalles florales que adornaban a la novia.
El cóctel y el banquete, elegante y moderno
Nada más terminar la ceremonia y repletos de arroz, Anna y Sergi, junto a sus invitados, pusieron rumbo al convite, el cual daban la bienvenida a todos unas letras gigantes blancas con las iniciales de los novios, dispuestas delante de un montón de troncos de árbol, ¡de lo más campestre!
El espacio también se inundó de bombillas colgantes a modo de guirnaldas que hizo que las mesas altas y bajas, blancas y negras, se bañasen de calidez y romanticismo.
Una fiesta posterior llena de diversión
Y es que, ¿qué es una fiesta sin un photocall? Estos novios tan simpáticos no dudaron en contar con un photocall DIY para que todos los invitados se lo pasaran pipa.
Este contenía las iniciales de ambos y la fecha del enlace, con un montón de colores y repleto de estrellas y cohetes. ¡Diversión asegurada!
¿Tú también quieres casarte en una casa rural, en mitad de la naturaleza y pasar un fin de semana íntimo y único? Entonces solo podemos decirte que… ¡en Perfect Venue podemos hacerlo!
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Fotógrafa: Racords fotografia // Lugar de boda: viñedos de la bodega Abadal
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