Rodeado de la elegancia romana, entre espacios llenos de piedras, muy luminosos, amplios y llenos de historia completamente adaptados para que cualquier pareja cuenta con todas las facilidades para su boda.
Andrea y Kique entraron al Palacio Tondón como pareja y salieron como marido y mujer, después de disfrutar de un día lleno de encanto y magia entre salones, carpas y bodegas, con unas vistas panorámicas repletas de viñas y montañas y con el transcurso del río Ebro sonando de fondo.
Un palacio que ha sabido conservar todo su patrimonio desde el siglo XVI y ahora consigue que, a cualquier pareja, junto con sus invitados, se les detenga el tiempo por un día.
La gastronomía del Tondón, ¡un auténtico manjar!
Los novios tuvieron la oportunidad de degustar la comida típica riojana mediante los quesos de Cameros, los huevos camperos, los cortes de atún de almadraba, el cordero o los carabineros, carta que se va adaptando ¡cada día y en base a cada estación!
Por no hablar de las navajas a la brasa, los callos de ternera, las cebolletas con trufa o el tartar de carabineros con caviar y yema… ¡para chuparse los dedos!
Normal que nuestros novios eligiesen celebrar su convite también en el restaurante Tondón, porque se llena de variedad, contrastes, aromas y sabores sin igual. Un valor añadido como es una experiencia a través del paladar.
Un brindis por los novios entre viñas
En el subsuelo del Palacio se encuentra una vinoteca con una gran variedad de vinos de alta gama donde se podrá catar lo que es un buen vino de verdad, y para allá que fueron Noelia y Rubén.
Los novios brindaron en este espacio propio en forma de Wine Bar, cuyo maridaje se respira por todas las estancias del hotel, porque ya sabes ¡La Rioja es tierra de vinos! Y no cualquiera, porque están los mejores del mundo.
La decoración, de lo más vinícola
El palacio, que está rodeado de viñas, se llenó de decoración propia de la viña, mediante ramos florales con hojas de la vid y racimos de uvas mezclados con rosas y astilbes en colores granates como el vino, de la empresa Flores para Venus.
Para decorar el hotel en el gran día de Andrea y Kique, Mesa Presidencial seleccionó sillas doradas, y para el menaje un bajo plato gris arena acompañada de cubertería en oro rosado y copas con tallado a rayas.
En las mesas del Tondón tampoco faltaron velas, cestos doradas con fruta natural y boles de vidrio.
Unas invitaciones para citarse en palacio
Los novios contaron con Día de Fiesta para citar a sus invitados, con unos sobres de papel kraft con forro negro, sus iniciales y dibujos florales de los tonos de las flores de la boda, mientras que la invitación fue clásica en color blanco.
Los estilismos, acordes a la elegancia del Tondón
Andrea caminó por las zonas del palacio como una auténtica romana, con un vestido repleto de crepes, gasas y blondas y con un escote en V y aplique de cristal, así como una cadena dorada en que recordaba a los elementos de la época. Todo de la firma Novias Por Siempre Jamás.
La maquilladora, Carla Salgado, elaboró unas sombras bronces y un labial teja, mientras que Zen Estilismo llevó a cabo un semi-recogido de ondas. ¡Mimetizándose a la perfección con el espacio!
El novio se decantó por un traje de chaqueta negro, una camisa blanca y una corbata granate con broche en solapa.
Todas las fotografías estuvieron tomadas por Noelia Jiménez, que capturó a la perfección el encantador verde de las viñas que se convierten en anaranjados, rojizos y ocres.
¡Si también quieres perderte por este palacio, la Wedding Planner Natalia Ortiz, te ayudará con todo el proceso para que salga un resultado tan impecable como este!
The Wedding team
Venue: Palacio Tondón // Planning: Weddings and Events by Natalia Ortiz // Photographer: @noeliajimenezfotografia // MakeUp: @_carlasalgado_ // Hairstyle: @zenestilismo // Bride dress: @noviasporsiemprejamas @por_siemprejamas_euskadi // Flowers: @floresparavenus // Invitations and complements: @diadefiestainvitaciones // Decoration: @mesapresidencial