La cita que llevas temiendo todo el año ha llegado. Asúmelo, año tras año es exactamente igual que el anterior: el mismo gesto, la misma media sonrisa y los mismos cuchicheos con los compañeros cuando se confirma la fecha de la cena de empresa. Lo peor de todo es que a lo largo de tu vida tendrás un sinfín de citas que podrás esquivar: una quedada con amigos que no te apetece, el plantón que le das al de Tinder, posponer una comida con la familia….pero de esta no puedes librarte. Jamás.
Uno de los mayores temores, cuando el alcohol está presente y empieza a salir por cada poro de tu cuerpo, es hacer tal ridículo que al día siguiente te conviertas en la comidilla de toda la empresa. Tranquilo, si es así, he de decirte que nada dura eternamente. Ya llegará otro que haga un ridículo mayor que el tuyo, dale tiempo. Pero por si acaso no quieres pasar ese mal trago, a continuación te dejamos un par de consejos que no te vendrán nada mal aplicarte durante esa noche….¡Empezamos!
Debes asistir (aunque la pereza te pueda)
Evita no parecer el Grinch de la empresa. Sabemos que esta cena da pereza, sabemos que no aportará absolutamente nada a tu vida y sabemos que a veces fingir que la gente te cae bien es más agotador que una clase de spinning: pero, en serio, tienes que ir. Igual te sirve para conocer a gente nueva o conocer mejor a tus compañeros, sí, eso de los que pasas absolutamente durante todo el año.
Asiste y que sea lo que Dios quiera, aunque te daremos un pequeño consejo: no llegues puntual. Tómate tu tiempo, no vaya a ser que cuando aparezcas estén justamente con los que menos relación tienes y tengas que estar un buen rato mirando tu copa como si nunca antes hubieras visto una.
No irte de la lengua
Está muy bien relacionarse y hacer equipo pero, anda, ponte un freno. No te creas Nietzsche delante del jefe ni te pases de gracioso, que las gracias como todo en la vida en su justa medida. Y, por supuesto, que no se te ocurra criticar a nadie de la empresa, que tienes muchas noches al año para hacerlo.
Conocer muy bien tus límites
Saber poner fin a la ingesta de alcohol en tu cuerpo siempre es un punto a tu favor. Compórtate, no estás en una reunión de amigos, así que cuando tu cuerpo diga “basta” no le sueltes un “¡Uy, que no. Ya te digo yo a ti que sí”.
Fuera temas políticos
Bastante tenemos todos con las cenas familiares y sus respectivos temas políticos sobre la mesa como para también sacarlos a relucir aquí. Evita cualquier tema polémico, y si en algún momento sientes que tu vena reivindicativa va a salir, susurrarte un tierno: “Calladito estás más guapo”.
No te líes con nadie: compañeros prohibidos
Que sí, que las miradas en la oficina y las indirectas están muy bien, pero al alcohol causa estragos, e igual lo de poder hablar fuera del trabajo sin presiones se os va de las manos. Contrólate y recuerda siempre que el amor es ciego pero los compañeros de trabajo no.
Contrólate con las redes sociales
Otro tema complicadíto: la gestión de las redes sociales. Es probable que tengas una adicción asquerosa a Instagram o Twitter, bienvenido al club, pero piensa que no todo el mundo es como tú. Ten cuidado con la que compartes de la cena de empresa, no vaya a ser que al día siguiente te arrepientas…porque los stories duran 24 horas, pero las capturas de pantalla se guardan para toda la vida.
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Artículo: Rocío Lázaro
Fotos: Aljosa Petric