Navascués se ha convertido en una de las firmas de novias más demandadas de España. Cristina Martínez-Pardo Cobián, su fundadora, nunca imaginó que la empresa que comenzó hace 35 años se convertiría en todo un referente en el mundo de la moda y en una de las elecciones favoritas de las novias. La clave, constancia y dedicación, junto con su particular estilo-característico por sus tejidos y bordados, han hecho de Navascués un sello con personalidad propia.
Podemos encontrar a Navascués formando parte del exclusivo Círculo Fortuny, una asociación nacida para unir a distintos sectores y promover en el extranjero la marca España. Siendo uno de los principales objetivos del Círculo Fortuny dar impulso y conocimiento a todas las marcas de lujo asociadas, Navascués es algo que siempre ha mantenido muy presente a lo largo de su trayectoria.
Para escoger el vestido de novia es necesario conocer a la perfección el trabajo de los profesionales que van a confeccionarlo. Por ello, en Perfect Venue hemos querido profundizar en la trayectoria de Cristina a través de una entrevista muy personal sobre su propia experiencia y visión en el mundo de las bodas.
Navascués comenzó hace 35 años. ¿Cómo nació la idea de crear una empresa dedicada al diseño de vestidos de novia?
He de reconocer que fue algo casual. Tras un accidente de coche por el que tuve que estar en reposo, comencé a diseñar chalecos. Llegado un punto teníamos muchos encargos y mi casa comenzaba a quedarse pequeña. Era el momento de avanzar, así que decidí dar un paso más y contratar a su primera modista. Nunca habría imaginado que aquel negocio iba a perdurar 35 años. Como siempre digo, no creo en las casualidades sino en las causalidades.
El punto de inflexión llegó al diseñar mi primer vestido de novia para una de mis amigas, quien no conseguía ver reflejada la idea con la que había viajado hasta España. A ese vestido le siguieron muchos más, y todo gracias al boca a boca. La demanda cada vez era mayor, por lo que entonces me lancé a formar mi propio equipo. Muchas de esas personas han estado conmigo toda la vida hasta el mismo día de su jubilación.
Sois uno de los talleres más importantes dedicados a la costura en Madrid. ¿En qué se basa vuestra filosofía?
La palabra correcta probablemente no sea exclusivo, pero sí personalizado. Hay que ser consciente de que con una tela no se confecciona un único vestido, sino varios, aunque cada diseño sea distinto la tela sigue siendo la misma. Lamentablemente en Madrid han desaparecido muchas de las tiendas de telas; actualmente quedan muy pocas de fábrica propia.
Si hemos conseguido diferenciarnos del resto es porque logramos que cada vestido sea personal; nuestro trato con las novias es directo. Las novias saben que aquí trabajamos sobre sus ideas para hacerlas realidad. Elaboramos el vestido con el que las novias sueñan, siempre tratando de reflejar su personalidad. Esto hace que el resultado final sea diferente en cada uno de los vestidos.
¿En qué se inspira a la hora de diseñar un vestido?
Lo que más me inspira a la hora de diseñar un vestido es la novia; que refleje el sello Navascués, pero también su esencia, lo que le hace única. El primer paso es reunirme con todo el equipo y transmitirles mi idea. Una vez que las líneas principales están marcadas, empezamos a jugar con las telas, los escotes, las mangas, y así es como poco a poco la idea inicial se va transformando. Hay gente en nuestro equipo con muchísima creatividad; cada uno aporta cosas diferentes. En Navascués mezclamos la experiencia, con la innovación y visión de la gente más joven.
En el taller no trabajamos a través de una colección, sino con diseños que van surgiendo en el proceso. Quizá resulte más sencillo elaborar un número determinado de modelos, pero el contacto directo y personal con la novia se convierte en nuestra máxima inspiración.
¿Qué estilo de vestido le solicitan las novias?
Suele ser cíclico; hace años se llevaban las faldas con mucho vuelo y volumen. Un momento de cambio fue el vestido de estilo camisón de Caroline Bessette. A partir de entonces comenzaron a llevarse los vestidos largos y lenceros, los cuales siguen triunfando a día de hoy. El vestido de Grace Kelly también supuso un giro clave.
En la actualidad, vemos diseños con vuelo pero sin volumen; aunque es cierto que esta tendencia podría cambiar en cualquier momento. En las pasarelas podemos ver este estilo de vestido. A día de hoy cualquier corriente es susceptible al cambio, pero no deja de ser complicado, todo esto conlleva su tiempo.
¿Está presente con su equipo durante la confección del vestido?
Sí, todo el equipo aporta ideas y está involucrado en el proceso. Aunque me encargue de supervisar el trabajo final, todos forman parte del diseño y confección del vestido.
Cada uno aporta su opinión y visión, siempre respetando las ideas de los otros. Estoy presente en la parte creativa, pero también en todo el desarrollo posterior. Es una maravilla trabajar con este equipo. Creo que la base para que una empresa funcione es que exista buen ambiente, y en Navascués somos una familia.
¿Qué os diferencia del resto?
El trato con las novias. Para nosotros la costura es muy importante; es la base de todo. Si a una novia no le convence cualquier pequeño detalle del vestido, tenemos la oportunidad de cambiarlo. Las oficialas se encargan de ello y lo transforman en ese mismo momento; cuidamos y mimamos mucho cada diseño. Logramos que cada vestido sea único. Para nosotros, lo más importante es que ella estén satisfechas con el resultado final.
El equipo se conforma por variedad de profesionales. Por un lado está la parte creativa, por otro lado los encargados de la confección y diseño. Cada uno destaca en algo distinto, siempre tratando de complementarnos y ayudarnos los unos a los otros; eso es lo que hace que mi equipo sea especial, inigualable.
Navascués forma parte del Círculo Fortuny. ¿Sentís que tenéis un compromiso o responsabilidad a la hora de promover la marca España?
Definitivamente. Para nosotros es un honor y a la vez una gran responsabilidad formar parte del Círculo Fortuny; es una experiencia increíble poder compartir ese espacio junto con tantas otras firmas exclusivas y de referencia mundial. Esto nos ayuda y anima a seguir cuidando de nuestras novias, y dar lo mejor de nosotros día a día. Pertenecer al Círculo Fortuny provoca que nunca bajes la guardia y siempre quieras ofrecer lo mejor de tu trabajo, te otorga prestigio, y a la vez te obliga a estar a la altura de las circunstancias.
Habéis vestido a mujeres de toda Europa, México e incluso Emiratos Árabes…¿Uno de vuestros mayores objetivos es expandir vuestra firma por todo el mundo?
Hemos vestido a novias de diferentes partes del mundo, pero el porcentaje más alto son españolas. Nos encantaría estar en más países, pero la esencia de Navascués es que es un taller; se trata de un modelo de negocio tan único que no puedes trasladarlo a otros lugares. Sin embargo, que contacten con nosotros novias de todas partes del mundo es otra manera de expandir la firma.
En España nuestras clientas casi todas provienen de Madrid, País Vasco, Andalucía y Levante. Gracias a Instagram, que a día de hoy es la herramienta más eficiente para abrirte al mundo, muchas de nuestras novias españolas que han comenzado una vidas en el extranjero pueden seguir de cerca nuestro trabajo, y del mismo modo hacérselo llegar a sus amigas y conocidas en esos países. Antes era más complicado traspasar fronteras, pero ahora con Internet, todo es diferente.
Por último, ¿Con qué parte del proceso disfruta más a la hora de realizar un diseño?
Disfrutamos con todo el proceso. La parte de comenzar a diseñar y conocer a las novias es quizá la más interesante de todas. El proceso de creación es la que te ayuda a conocer más a fondo el vestido que vamos a elaborar.
Si tuviera que elegir un momento en concreto, posiblemente me quedaría con la primera reunión; desarrollar esa primera idea y compartir todo cuanto has imaginado y en lo que te has inspirado, es emocionante. Todo esto después pasa a manos de las modistas. Otro momento especial para mí es el último día; cuando las novias vienen al taller, recogen su vestido, y me agradecen una y otra vez el resultado final del trabajo. Es maravilloso verlas repletas de ilusión. De hecho, no dejamos de recibir fotografías que ellas mismas nos envían durante el día de su boda.
Si está buscando el vestido de novia con el que siempre habías soñado, os recomendamos poneros en contacto y seguir conociendo más a fondo el trabajo de Navascués a través de su web https://nnavascues.com/ ,instagram @nnavascues o correo de contacto info@nnavascues.com ¡Cristina, muchas gracias por tu tiempo y dedicación!