Algunas personas tienen esa magia especial que, desde el primer momento, sientes una conexión como si las conocieras de toda la vida. Y eso es lo que nos pasó al conocer a Marta de la Torre, una fotógrafa que, con su energía, su felicidad y la pasion por su trabajo, nos ha robado el corazón a través de su fotografía de boda espontánea.
Para nosotros ya es, sin duda, una de las mejores fotografas de Madrid. Sí, ella reside en Madrid, pero también la podéis encontrar mirando a través del objetivo en las aguas paradisiacas de Baleares, entre los callejones de Barcelona, en un acantilado en el País Vasco, o en cualquier patio andaluz, y es que se desplaza con su cámara a cualquier parte del país.
Especializada en el sector de las bodas, Marta tiene una gran facilidad para emocionar con sus fotografías, para capturar el momento perfecto y para que sus fotos te hagan revivir ese momento una y otra vez.
Desde bodas hasta prebodas, postbodas e incluso pedidas de mano, embarazadas o cumpleaños, ¡no hay evento que se le resista!
Acompáñanos a conocerla en esta bonita charla que hemos tenido con ella y enamorate tanto como nosotros de su esencia, su arte, su energía y su sonrisa eterna.
¡Comenzamos!
¿Cómo llegaste a estar rodeada de cámaras, objetivos y el arte de la fotografía? ¿Qué te trajo hasta aquí?
Llegué a estar rodeada de cámaras y a meterme en el arte de la fotografía con la primera cámara que me regaló mi abuela materna al cumplir los 9 años, ella y mi tía son muy afcionadas a la fotografía y cada año realizaban un concurso en su casa con amigos. Por otro lado, a mi padre también le gustaba hacer fotos de su familia y tenemos muchísimos álbumes de cuando eramos pequeñas mis hermanas y yo. A esa edad no hacía muchas fotografías, solo en excursiones del colegio o durante las vacaciones en familia.
Descubrí que me encantaba cuando empecé a hacer fotos a todo lo que me rodeaba unos años después, a los 12 – 13 años. Hacía fotos a todo. Puedo decir que tengo cajas enormes llenas de fotografías analógicas con recuerdos de aquellos años.
Rodé y aprendí hasta que decidí que quería trabajar para mi, llegar a las parejas, que me conocieran, conocerlas, que me contaran y así regalarles un maravilloso recuerdo fotográfco del día de su boda. Además, abrí un estudio donde lo que más hacía era desarrollar mi estilo, practicar iluminación, gestos, posados y me dejaba llevar por un montón de ideas que me pasaban por la cabeza.
Años después, cuando vi que había parejas que querían un reportaje más documental, artístico y sin posados, volví al mundo de las bodas, donde en un mismo día podía hacer fotos de personas muy elegantes con sus vestidos, zapatos, etc, y con infinitas emociones.
Podía hacer fotos de interiores y exteriores de los lugares de la celebración, podía hacer fotos de los platos, detalles de la decoración… Detalles de todo y hasta personas de festa con infinidad de luces y copas. Siempre he pensado que quien supiera hacer bien fotos de bodas, podía hacer casi todo.
Me preocupé mucho por aprender, a parte de la fotografía social, fotografía de los espacios, producto, moda… Shusi incluido. Y todo lo que se ponía delante lo intentaba… Conciertos… Familias… Ciudades para exponer… Casi todo.
¿Y por qué el mundo de las bodas y los eventos? ¿Qué tiene este sector que hizo que te quisieras especializar en él?
Elegí el mundo de las bodas y los eventos porque me encanta capturar momentos de las personas de forma espontánea en el día más feliz de sus vidas, me emociona muchísimo.
El sector de las bodas y los eventos hizo que me enamorara más aún de la fotografía, soy una persona muy empática, emotiva y que me encanta escuchar y dar confanza. Y poder fotografiar esos momentazos que viven las parejas en su gran día es muy bonito. También conectas mucho con tu creatividad.
¿Cuál es tu estilo fotográfco? Lo que define tus fotos, tu esencia.
Mi estilo fotográfco es natural, espontáneo, intento siempre apretar el botón en los momentos oportunos, para ello me sumerjo en lo que está sucediendo, observo y busco ese momento que dura un segundo y ahí lo tengo, detesto las ráfagas, aunque en momento anillos a veces las hago pero desde diferentes lugares.
Si la persona es más tímida, suelo recurrir a algunas acciones para que la fotografía quede natural, siempre desde la conversación espontánea. Las animo y en poco tiempo se sienten en confanza y es cuando fotografío.
¿Tienes referentes en el mundo de la fotografía? ¿Qué cosas o qué personas te inspiran?
Mis referentes desde hace años son Victor Lax y Erika, Isabelle Hattink, Only the Richters, Pablo Laguia, Ken Pak, The Ferros, Jonas Peterson, Phil Penman, Susana Barberá…
Cada referente me aporta cosas distintas… Unos contrastes y encuadres maravillosos, un punto de vista diferente a la hora de capturar momentos divertidos, espontáneos, mezclando lo cotidiano con el día más importante de la pareja que son increíbles, otros me aportan extroversión y cero complejos y una celebración desenfadada y personal, otros una belleza limpia y amplia que me resulta espectacular, otros una mezcla de varios y otros me ayudan a ver los tonos y la luz a la hora de editar. Me gusta mucho dar con la hora en la cual fue tomada la foto y de donde viene esa luz y esa sombra y que tonos refeja. Realmente me inspiran muchas compañeras y con la unión de todas, aprendes muchísimo.
Con los años voy descubriendo más referentes según voy cambiando el tipo de bodas que deseo, como cinemapara2, Mónica Frías, The Anti-Bride, OTTO… En video me encanta Cayuela y Alex Díaz, este último en especial.
Me inspiran las series y películas, me inspira la luz y las sombras, me inspira el movimiento, los refejos, el otoño, una paseo cerca del río o en la naturaleza, me inspiran las olas del mar, una buena obra de teatro, una buena conversación y hasta tengo buenas ideas mientras me ducho.
Con tus fotografías logras emocionar. ¿Cuál dirías que es tu don? Eso que hace que refejes tan bien las expresiones y las emociones tanto de la pareja como de los invitados.
Creo que mi don es mimetizarme y sentir lo que está sucediendo. Creo que una sonrisa agradable y sincera hace milagros. Refejo esos momentos que a la vez siento yo también. Voy buscando los momentos mas potentes una vez que confían en mi y se dejan llevar por las emociones y la naturalidad.
Pienso que si estás contenta y lo muestras, se contagia, si eres amable y muestras confanza, confían en ti, y si confían en ti y se sienten a gusto, se muestran naturales y libres para mostrar delante de la cámara esos momentos, sobre todo en un día en el que todo el mundo está feliz.
Cada pareja es un mundo, con gustos diferentes y personalidad diferente. ¿Cómo haces para “empaparte” de la esencia de los novios, de lo que buscan y sueñan para plasmarlo en tus fotos?
Mi secreto para plasmar lo que buscan y sueñan los novios es escucharles mucho, les pregunto un montón de cosas, sobre la boda y me acaban contando cosas de su vida, les dejo hablar y después les cuento yo también cosas que podamos tener en común.
Me preguntan todo lo que necesitan saber y les cuento y así se va creando una confanza bastante grande y con el paso de las semanas y meses, nos vamos conociendo.
Por otro lado, voy investigando la finca que han elegido, por ejemplo o el tipo de vestido de la novia. Por el tipo de celebración de la pareja y las conversaciones puedes saber mucho de ellos.
Siempre me he llevado bien con todo tipo de personas, ahí no tengo mérito. Me gusta conocer parejas diferentes.
Eres una persona super emotiva, cercana, empática… ¿Cómo haces para controlar las emociones mas intensas durante una boda?
¡No lo se! Capturando esos momentos, es como que va sincronizado el ver, sentir, disparar… Tampoco me importa sonreír de emoción mientras disparo o incluso que se me caiga una lagrimilla, intento dejar salir las emociones discretamente. Me motiva mucho el sentir cosas diferentes en las bodas, cuanto más emociones siento por lo que estoy viendo, más quiero disparar.
¿Qué opinas de toda la revolución tecnológica que estamos viviendo entorno al mundo de la fotografía? Móviles que sacan fotos como cámaras, inteligencia artifcial, retoques que cambian una imagen completamente… ¿Ha cambiado tu manera de trabajar con todos estos avances?
Opino sobre la revolución tecnológica (IA) que hay que adaptarse a los cambios y utilizarla para ayudarte y no para delegar, puede haber mucho avance tecnológico para editar fotografías o para quizás montajes de video, pero el ojo y la empatía de una persona con las parejas no se puede sustituir nunca. Si fuera así, sería copiar lo creado por la fotógrafa y se dejaría de lado la creatividad de lo nuevo, de lo diferente, que en mi mundo es esencial, intentar ser diferente al resto.
Con respecto a los móviles, creo que nunca se podrá llegar a la calidad de una buena foto, me refero a que, técnicamente, no deja de ser un sensor pequeño por muchas cámaras que le pongan al móvil, se nota muchísimo la diferencia.
Con respecto a retoques que cambian totalmente una imagen, vale, puedes cambiar los fondos a un sitio paradisiaco o incluso ropa chic en los novios, pero sigo pensando que lo importante es el trato personal con las personas, la experiencia humana, la confianza y más factores que hacen que esas personas salgan con sus mejores sonrisas, miradas y gestos que es el resultado de un buen feealing con la persona que está fotografiando. Y eso vale más que toda la tecnología del mundo.
¿Sueles hacer retoques o haces uso del photoshop en tus fotos? ¿Por qué?
Yo edito con Lightroom casi todo, si utilizo Photoshop es para eliminar algún objeto del fondo que hace que llame más la atención que el motivo principal, como una papelera, un enchufe con cables, un mal refejo, alguna persona que rompa la limpieza de la imagen o, si quito a una persona del fondo, añadir parte de la textura que ocuparía ese lugar. Pero no lo utilizo para la manipulación del contenido.
¿Podrías contarnos alguna experiencia super memorable y emotiva que hayas vivido durante una sesión fotográfca de boda?
Una anécdota super bonita fue que, desde el primer momento en los preparativos de Iris, noté una cercanía especial con su familia, nos reímos y emocionamos todas juntas.
Lo mismo me pasó cuando llegué a la ceremonia y vi a Thomas, a vernos llegar, esa sonrisa complice de quien ya te conoce y donde puedes decir, ¡Ay, que nervioso estoy Marta! Pero que le ves radiante de felicidad, me presenté a su familia y desde ese momento noté que estaban muy cómodos, así que yo también, por lo que pude fotografiar muy bonito toda la celebración.
Al terminar la boda, me acerqué a los novios para despedirme y ambos me abrazaron muy agradecidos. La madre de la novia, al vernos, se acercó para abrazarme también y casi sin darme cuenta, que me quedé fipada, veo que todos los invitados están aplaudiéndonos y con una sonrisa hacia nosotros espectacular mientras nos íbamos, salí llorando de la emoción.
¿Cuales son tus proyectos de futuro? ¿Cuál es tu prioridad ahora mismo?
Mis proyectos de futuro, que ya están en camino, son junto con mi queridísimo amigo y videografo David, acompañarnos en bodas de otro nivel, nos encanta el estilo boho chic, las bodas a lo grande y que nos sorprendan, que todo sea precioso y fuera de lo normal. Me encantaría documentar menos bodas al año pero de mucha calidad, con un trato excepcional por nuestra parte y un estilo de parejas muy personalizado, elegante, minimalista, retro… Otro nivel.
Y por ultimo, si tuvieras que elegir una imagen tuya para presentarla a un concurso de fotografía nupcial, cuál sería y por qué.
Tengo varias, hay una de una Arantza pintándose los labios frente al espejo, en B/N que transmite delicadeza, belleza y un momento muy suyo.
Hay otra de Laura, en su postboda en Cuenca que acabo saltando de una barca al lago. Mi foto favorita es una que sale soltando el humo de un cigarrillo con su sombrero de paja en medio del monte.
Hay otra de Carolina en su habitación de hotel en Pedraza, también en B/N que la tengo de portada en mi web, sale escuchando algo por el móvil mirando a una de sus damas de honor, es muy cinematográfca.
Me gustan mucho esta fotografías porque son muy humanas, son momentos en los que las capturé siendo ellas mismas, están a su rollo, esa esencia me encanta. Podría comentar más fotos no tan artísticas y que también son momentos en los que se olvidan que tengo una cámara en la mano. Eso es lo bonito de mi trabajo, desde el principio me siento como una invitada más, cercana y con la que pueden ser ellas mismas.
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