Las bodas elopement entre molinos de viento van a dar mucho de qué hablar, ¡o si no espera y verás! Porque estas estructuras con aspas prometen y mucho, y es que ya comienzan a convertirse en uno de los lugares preferidos por las parejas para vivir un momento único, íntimo y original.
Los molinos de viento tienen gran encanto en España y, como decía Don Quijote, “los gigantes” pueden formar parte del escenario de vuestra boda o de vuestra pedida de mano.
¡Por algo los molinos de vientos son uno de los 20 mejores lugares para una pedida de mano inolvidable en España! Y no es para menos, porque junto a un atardecer, unos quesos manchegos y un vino de la zona, se convierte en un entorno insuperable.
Si tienes curiosidad por cómo es una boda elopement entre molinos de viento, no te pierdas esta en la que los novios huyeron para casarse en la más absoluta intimidad en este lugar tan inigualable.
¡Toma ideas!
Pero antes… ¿Qué es un molino de viento?
Un molino de viento es una torre de piedra, con puertas y ventanas, cubierta por un tejado en forma de cono y con unas grandes aspas que aprovechan la energía del viento para moler granos y transformarlos en harina, para bombear agua o para producir electricidad.
Es por ello que, para recoger mejor la fuerza del viento, solían construirse en lo alto de los cerros próximos a los pueblos.
El sueño de casarse entre molinos de viento
¿Qué mejor que darse el “sí quiero” en un lugar repleto de historia y fantasía? Sí, y es que, en este lugar, como seguro ya sabréis, un famoso hidalgo luchó contra “gigantes” por su bella amada Dulcinea.
Y en estas montañas salpicadas de “gigantes” fue el lugar que los novios eligieron celebrar el comienzo de su andadura juntos, convirtiéndose en marido y mujer mientras que el atardecer teñía de color las blancas paredes de los molinos, mientras se oía el viento acariciar las aspas, y éstas acompañaban con su movimiento.
Las flores, el toque para toda celebración
Apostar por el rojo pasión es ir a lo seguro, por ello la novia se decantó por un ramo que combinaba las flores naturales como son las rosas rojas y las rosas blancas, acompañadas de los verdes tipo eucalipto.
Una combinación perfecta para una novia clásica, pasional y que adora este color tan especial pero no quiere dejar de poner el toque distintivo. Además, los tallos los reunían una cinta de terciopelo roja. ¡Romántico y llamativo!
El ramo fue una creación del Atelier de la Flor, donde siempre trabajan con flores frescas que con unos cuidados básicos duran hasta quince días, dependiendo del tipo de flor y la época del año.
En el Atelier de la Flor tienen una larga experiencia decorando bodas y eventos y siempre consiguen adaptarse al gusto de los novios y al estilo que estos quieran darle a su boda.
Una novia muy bucólica
La novia lució primero un vestido en color blanco nuclear de tejido liso con una superposición en la parte superior repleta de encajes y transparencias. En este estilismo el toque de seducción aparecía en la espalda, ya que se encontraba al descubierto junto con una tira de puntillas que cruzaba toda la espalda.
Como segundo vestido eligió una falda repleta de tul de lo más voluminosa con un lazo trasero y una parte superior más lisa, pero que le acompañaban diferentes piedras bordadas.
Ambos vestidos eran de Gisele, de La Unike Atelier, una firma en la que no tienen dos vestidos iguales, porque cada novia es única, por ello crean diseños de autor. Como la propia diseñadora dice, crean “vestidos que son poesía”.
El maquillaje y peluquería estuvo a cargo de Make Up Madrid, los cuales se encargaron de elaborar para la novia un recogido de moño bajo que acompañó con un velo largo y una corona de pedrería.
Posteriormente cambió su velo por un tocado gigante a modo de flor repleta de pedrería, así como una pequeña fila de flores de la misma estética en la parte superior del recogido.
Finalmente acabó la boda con un tocado de una pluma gigante de lo más original y diferenciador.
Los tres tocados eran de La Unike Novias, todos hechos a mano de la manera más artesanal posible.
El novio, todo un gentleman campesino
Hay espacios campestres y rurales que invitan a llevar un estilismo acorde al mismo, es por ello que el novio escogió para su boda un traje de chaqueta de lo más vintage.
El traje estaba compuesto por una chaqueta y un pantalón en tono marrón con líneas beiges en vertical y unos botones de época envejecidos, también en tono marrón.
Como complemento usó un cinturón de piel marrón y como camisa usó una básica y tradicional en color blanco.
Grandes profesionales al cargo
Tanya Vasiliuk fue la fotógrafa que no se resistió a fotografiar cada momento lleno de magia, complicidad e intimidad de estos dos novios que decidieron darse a la fuga con su boda elopement entre molinos.
En Perfect Venue contamos con la mejor Wedding Planner, la cual tuvo presente en cada momento los deseos de los novios, los que consiguió hacer realidad.
¡Ahora te toca a ti! Volver a casa con tu pareja siendo un matrimonio y sin que nadie lo sepa. ¿Te atreves a dar el “sí quiero” entre unos molinos de viento repletos de historia? ¡Pues contáctanos y nos ponemos ya mismo con los preparativos!
Créditos:
Wedding planner: @nataliaortizwed // Photo: @tanyavasiliuk // MUAH: @makeup_madrid // Tocado: @launikenovias // Vestido: @giselelaunikeatelier // Flores: @latelierdelasflores